Preservativo
masculino
El
favorito de los españoles no es, ni de lejos, el más seguro para no acceder a
la paternidad involuntaria. “El condón bien usado es fiable al 98%. Pero hay
que ponerlo antes de que salga nada de líquido seminal, tener cuidado de no
rasgarlo con las uñas, anillos opiercings, retirarlo
al acabar el coito con el pene fuera de la vagina y procurar que no se quede
dentro del conducto vaginal. Todos estos errores suceden y reducen su seguridad
real al 85%”, apunta el doctor José Mª Fernández Goya, coordinador del servicio
deGinecología y Obstetricia del Hospital Nisa Pardo de
Aravaca. Advertencia: cuando se cumplen 5 años desde su salida de
fábrica, el látex pierder flexibilidad y hay riesgo de que se rasgue. Por eso,
la cajita de preservativos que lleva siglos en la
guantera no sirve para nada. Lo afirman sus propios fabricantes.
Esponja
Artilugio
sintético que se introduce en la vagina antes del coito. Requiere amplias dosis
de optimismo, ya que su eficacia dura 24 horas: si una confía en que habrá
encuentro sexual, puede colocarlo muchas horas antes y estar preparada para el
feliz momento. Suele impregnarse de espermicida. En mujeres que no han tenido
hijos hipotéticamente es eficaz en el 91% de los casos, aunque, en realidad, la
cifra hay que bajarla hasta un 84% en la vida real, según los expertos
consultados. Quienes han sido madres saben que el conducto vaginal dilata y no
vuelve por completo a sus dimensiones iniciales después del parto. Esto
dificulta la efectividad de la esponja: 20 embarazos en un mundo utópico y
hasta 32 en el real.
Anticonceptivos
orales
O
sea, la píldora. “Requiere disciplina en la toma pero, bien usada, funciona al
99,7%. Su capacidad real de impedir el embarazo desciende al 92% porque hay
días que se olvida tomarla, no se hace a la misma hora, se ha vomitado… Hay
infinidad de tipos de anticonceptivos orales con distinta carga hormonal, desde
los que llevan estrógenos y progestágenos a los que solo llevan estos últimos
(Desogestrel). Conocidos como minipíldora, son
aptos incluso para mujeres con antecedentes de trombosis a las que antes se les
retiraba fulminantemente”, revela Haimovich. “Una de las ventajas de los
anticonceptivos orales es que alterando mínimamente su toma se puede adelantar
o retrasar la llegada de la regla. Así la mujer puede evitar que le coincida
con un viaje o con ese encuentro amoroso tan soñado”, explica la doctora
Francisca Molero, ginecóloga y directora del Instituto Iberoamericano de Sexología.
Píldora
del día después
Debe
utilizarse solo como método de emergencia cuando han fallado las vías
convencionales. O cuando, en el fragor de la batalla, se ha olvidado impedir
que la naturaleza actúe. Pese a la polémica que la envuelve, la OMS la valora
como “anticonceptiva y no como abortiva”. Su acción dependerá del momento del
ciclo: a veces solo impide la ovulación, otras, la anidación. Evita el embarazo
en un 85% de los casos.
Anillo
vaginal
Un
aro de plástico que se introduce en la vagina y va liberando gradualmente su
carga hormonal. Hay que usar uno nuevo cada ciclo. La eficacia es idéntica a la
de la píldora convencional.
Parche
transdérmico
Análogo
al anterior: es una especie de tirita cuadrada de 4,5 cm de lado. Va impregnada
de hormonas que la piel absorbe poco a poco. “Hay que aplicarlo sobre la piel
bien limpia y sin cremas. De otro modo, acabará escurriéndose”, sentencia
Haimovich.
Progestágenos
inyectables
Los
hay mensuales o trimestrales y es el ginecólogo quien valora su conveniencia de
uso. Su fiabilidad va del casi 100% en un universo hipotético de laboratorio al
97% en este mundo.
Diafragma
Especie
de tapón de látex o silicona que la mujer inserta en su vagina para impedir la
entrada del esperma al cuello del útero. Conviene usarlo con espermicida
(sustancia que inhibe la actividad de los espermatozoides). Hay varios tamaños
y es el ginecólogo quien determina cuál conviene a cada paciente. Dificulta el
sexo antes de dormir, ya que hay que retirarlo a las 6-8 horas después del
coito. En una Arcadia ideal garantiza un 94% de protección. En este mundo, solo
el 84%.
DIU
Uno
de los que más leyendas acarrea. Pero ni es abortivo ni exclusivo para féminas
que ya hayan sido madres. “De hecho es excelente como doble contracepción en
adolescentes. El DIU impedirá que se queden embarazadas sin tener que estar
pendientes de tomar la píldora que, por ejemplo, en época de exámenes es fácil
de olvidar”, apunta Fernández Goya. Es un dispositivo intrauterino que coloca
el ginecólogo. Ocasiona cambios en ese órgano que impiden la gestación. Puede
ser de cobre u hormonal. “Este último tiene las mismas ventajas de otros medios
hormonales, como hacer menstruaciones menos abundantes y menos dolorosas”. Es
fiable en más del 99% de los casos.
Espermicidas
Cremas
u óvulos vaginales con sustancias químicas que destruyen los espermatozoides en
cuanto apoyan el flagelo en territorio contrario. Son tan anticlímax como que
hay que usarlos 10 minutos antes de la penetración, es decir, en mitad de los
previos. Y son poco seguros en ambos casos: 18 embarazos usados a la perfección
por cada 100 encuentros y 29 en la vida real. El Ministerio de Sanidad y
Política Social lo incluye en el listado de métodos poco recomendables.
Preservativo
femenino
Funda
de poliuretano lubricada que plastifica las
paredes de la vagina y la vulva. Incómodo, pero muy eficaz frente a ETS. Su
eficacia va del 5 al 21%, según el índice de Pearl.
'Coitus
interruptus'
¿Es
de verdad eficaz? Si se aplica a rajatabla y no llega a buen puerto ni una
gotita fertilizante de líquido seminal, la eficacia es del 96% (solo 4
embarazos de cada 100 mujeres hipotéticas). Ahora bien, ponga usted a un varón
normal a retroceder en los nanosegundos previos a la descarga orgásmica y
tendrá poco más del 70% de fiabilidad (27 embarazos). El Ministerio de Sanidad
también recomienda evitarlo.
Ogino
Probablemente
el famoso ginecólogo japonés haya hecho más por alentar la natalidad que muchas
campañas pro bebé. Su sistema, también llamado el del
calendario, se basa en calcular qué días son fértiles y cuáles no.
Estos se deducen restando 18 al ciclo más corto y 11 al más largo. Por ejemplo,
si el ciclo más corto fue de 24 días (24 - 18= 6) y el más largo duró 31 (31 -
11 = 20) los días de mayor probabilidad de embarazo irán del 6-7 al 20 de cada
ciclo. Aún llevándolo a rajatabla, el índice Pearl contempla 9 embarazos por
cada 100 encuentros. Las razones son competencia de asuntos internos:
variaciones hormonales por estrés, viajes con cambios horarios, práctica de
deporte extenuante…
Temperatura
basal
Es
dejar el libro de familia en manos de un termómetro. “Se basa en que, después
de ovular, la temperatura corporal sube entre 0,2 y 0,5 ºC, manteniéndose así
hasta el final del ciclo. Ese período más cálido del cuerpo marca también su
supuesta época infértil. Aunque parte de un principio científicamente
comprobado, la temperatura corporal puede variar por una infección, por estrés,
por la práctica de algunos deportes… Además, hay que tomarla siempre a la misma
hora, lo cual puede ser complicado en vacaciones o un día en el que la mujer
tiene que madrugar por motivos de trabajo”, explica el doctor José María
Fernández Goy, coordinador del Servicio de Ginecología y Obstetricia del
Hospital Nisa Pardo de Aravaca. En atmósfera de laboratorio es fiable en un
98%. En la vida real, ¿usted podría firmar que va a tomarse la temperatura a
diario y a la misma hora durante un año y que su organismo no se va a inmutar
por nada? Lo dicho: más de un 20% de fallos. Y el engorro de no salir de casa
sin el dichoso termómetro.
Método
de la ovulación o Billings
Implica
una curiosidad rayando en lo morboso: escudriñar la textura (densidad, color y
opacidad) del moco cervical. Si está jugoso y transparente, perfecto para
lubricar, olvídese: son sus días fértiles. En condiciones perfectas, asegura un
97% de fiabilidad. Ahora, póngase usted a supervisar esos fluidos en una mañana
de resaca, con prisas o de noche, con unas copas de más. E ingénieselas para
decirle a su pareja que el motivo de su negativa es que el flujo no está lo
suficientemente amarillento como para andar sobre seguro.
Implante
subdérmico
Entra
dentro de la categoría de los cómodos a largo plazo según los expertos
consultados. "Es una especie de varilla de unos 4 cm con un gestágeno
[hormona] que va liberándose lentamente", explican. Se implanta en el antebrazo
con una pequeña incisión y su portadora ya puede olvidarse de ser madre en los
próximos 3-5 años. Aquí da igual vivir en un mundo utópico que en la periferia
de una gran capital: su eficacia es cercana al 100% (solo 0,05 embarazos).
Esterilización
masculina y femenina
La
ligadura de trompas y la vasectomía son alternativas definitivas pero pasando
por quirófano. Recientemente ha aparecido una nueva forma de inhabilitación
permanente: el Essure, un dispositivo de titanio que se introduce en el
interior de las trompas por medio de la histeroscopia (herramienta de
visualización del útero). "En dos o tres meses provoca una fibrosis que
obstruye para siempre el acceso. Se coloca en una consulta ambulatoria, sin
pasar por quirófano".
¿Y
la lactancia?
Pues
es un precioso momento para aquilatar el apego madre-hijo pero no es un
anticonceptivo en sí. En la página Conlamujer.com, desarrollada por Bayer, desarman este y otros
mitos sobre la contracepción. “Durante la lactancia hay un efecto inhibitorio
real sobre la ovulación pero no puede considerarse como medio único para no
quedarse de nuevo en estado. Solo serviría en el caso de que supiera con
seguridad que no ha ovulado y eso no es posible”, se explica en la web. A
medida que se van espaciando las tomas, hay más posibilidad de dar un hermano
al bebé.
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